En el marco del Ciclo de Conferencias “Reformas de Derechos Humanos en la voz de Juezas y Jueces del mundo”, organizado por la Dirección General de Relaciones Institucionales, el jueves 12 de agosto de 2021, Andromache Karakatsanis, Jueza de la Corte Suprema de Canadá, impartió la Sexta Conferencia titulada “La experiencia de Canadá a luz de la Carta de Derechos y Libertades de 1982”.
La Jueza Karakatsanis inició con la exposición de motivos que dieron origen a la Carta de Derechos y Libertades de 1982, una constitución con una tradición británica e influencia del derecho civil francés. Explicó que la Carta incluye en primer lugar la “cláusula no obstante” que permite al Poder Legislativo anular ciertas disposiciones de la Carta de Derechos la cual debe ser explícita y renovarse cada 5 años, y también contiene la “cláusula general de limitaciones” a través de la cual si el Estado limita un derecho debe demostrar un objetivo urgente y sustancial, que haya una conexión racional entre el objetivo del gobierno y los medios elegidos para limitar el derecho.
En su intervención indicó la evolución que ha tenido la Corte Suprema de Canadá desde la entrada en vigor en 1982 de la Carta de Derechos. Señaló que originalmente la función principal de la Corte era la corrección de errores con poco control sobre los casos resueltos. Fue hasta 1975 cuando el derecho automático de apelación ante la Suprema Corte se eliminó en la mayoría de los casos y se reemplazó por el requisito de que la Corte acepte escuchar una apelación, lo que le permitió a la Corte la supervisión del desarrollo de la jurisprudencia.
Respecto a las interpretaciones de la Carta, señaló que la Corte busca una interpretación amplia y generosa de los derechos, lo que contrasta con un enfoque legalista. Asimismo la interpretación obedece a un propósito del derecho.
La Jueza Andromache Karakatsanis citó como ejemplo de interpretación amplia del derecho a la igualdad, el Caso Andrews (1989), un ciudadano británico que cumplía todos los requerimientos para ser abogado en Columbia Británica, pero le fue denegada la matrícula porque no era un ciudadano canadiense. Explicó que la decisión de la Corte se centró en analizar qué tipo de distinción se considera discriminación, y añadió que este caso marcó un precedente que la Corte retoma desde un enfoque de igualdad sustantiva.
“La cuestión no es si todo el mundo está siendo tratado de la misma manera, sino cómo incluso las leyes aparentemente neutrales impactan a las personas en su contexto único. Lo más importante es si la ley impugnada impone una carga o niega un beneficio de forma que tenga el efecto de reforzar, perpetuar o exacerbar una desventaja, incluida la desventaja histórica”, puntualizó.
La jueza Karakatsanis resaltó que la Corte Suprema de Canadá ha tenido un papel importante respecto al desarrollo de los derechos de la diversidad sexual para proteger a la comunidad LGBTQ2S+, así como dotar de contenido a los derechos a la privacidad y a la vida, a la libertad y a la seguridad de la persona, estos últimos derechos protegen a la ciudadanía de intromisiones estatales indebidas.
Para finalizar la Jueza Karakatsanis aseguró que la Carta de Derechos y Libertades de Canadá es un signo unificador de la población canadiense, donde los jueces juegan un papel importante, pues a través de sus decisiones moldean las leyes para desarrollar una sociedad más justa e igualitaria.
Con esta conferencia la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a través del Dr. Niembro Ortega dió por concluido el Ciclo de Conferencias “Reformas en Derechos Humanos en la Voz de Juezas y Jueces del Mundo”.
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